El Che le respondió a un gángster de la SIP


Norelys Morales Aguilera

La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) es un instrumento de la política exterior de Estados Unidos, con objetivos que buscan dañar los procesos de cambios en Latinoamérica. Sus acciones actuales así lo confirman.

En agosto del 2000, el diario mafioso miamense El Nuevo Herald, al anunciar la inauguración de una nueva sede de la SIP en esa ciudad, señala cómo: "la Sociedad Interamericana de Prensa se honra a sí misma" al dar al edificio el nombre de… Jules Dubois, "batallador incansable de la libertad de expresión".

Todo un símbolo de que es la Sociedad Interamericana de Prensa, o sea, un cartel de la desinformación, como se vio en su reunión de Caracas hace unos meses.

Jean Guy Allard cuenta que Ernesto Vera, periodista cubano dice que “los archivos señalan cómo, en 1959, la Junta directiva del Colegio Nacional de Periodistas de Cuba denuncia a Dubois como "periodista norteamericano y oficial de la CIA".

La SIP no ha cambiado, sigue representando los intereses corporativos de los dueños de periódicos y nunca del gremio reporteril o de los pueblos. De ahí sus denuncias de populistas a los gobiernos democráticamente electos por los latinoamericanos y su prepotencia para juzgar los procesos sociales en defensa de sus intereses egoístas.

Tan temprano como en septiembre de 1959 Fidel denuncia a Dubois, el hombre designado en La Habana desde la SIP y la CIA, por dirigir una verdadera "campaña de calumnias" en contra de la Revolución.

Ernesto Guevara le había respondido en carta a la Revista Bohemia a las calumnias de la estrella de la SIP.

La respuesta del Che Guevara a Jules Dubois, sirve para estos días de nuevas comprensiones y los mismos intereses populares por defender.

Podríamos repetir con Malcom X: “Si no estas prevenido ante los medios de comunicación, ellos te harán amar al opresor y odiar al oprimido.”. De eso se trata, además con la SIP.

Carta a Dr. Miguel Ángel Quevedo, director de la revista Bohemia.
La Habana, 23 de mayo de 1959.

Dr. Miguel Ángel Quevedo,
Director de la revista Bohemia
Ciudad

De mi consideración:

Esperando de su tradicional espíritu democrático, el respeto a las normas de libertad de prensa, le remito estas líneas de contestación al miserable gánster internacional que tiene el pomposo título de redactor de la página latinoamericana de la revista Bohemia.

No es mi intención defenderme de las falaces imputaciones y de la insidiosa puntualización de mi nacionalidad argentina; soy argentino y nunca renegaré de mi Patria de origen (si me perdona el atrevimiento histórico por la comparación, tampoco Máximo Gómez renunció a su Patria dominicana) pero me siento cubano, independientemente de las leyes que lo certifiquen o no, porque como cubano compartí los sacrificios de este pueblo en las horas de la lucha armada y comparto hoy sus esperanzas en la hora de las realizaciones. No soy comunista tampoco (si lo fuera, lo afirmaría a los cuatro vientos, como afirmo mi condición de luchador por las causas populares y reafirmo mi esperanza de que las armas del propio pueblo de cada país oprimido limpien de dictadorzuelos el panorama americano). Sucede que los amos de Jules Dubois, la United Fruti y otras compañías, fruteras, mineras, ganaderas, telefónicas o eléctricas, explotadoras del pueblo en una palabra, han ordenado desatar la clásica cortina de las mentiras asalariadas.

Que no se engañen los esclavos ni los amos: la palabra de Fidel Castro fue terminante, “si nos agraden le damos armas hasta al gato”. Es obvio, Sr. Dubois, que para darles armas al gato hay que enseñarlas a usar y no creo que encontrará usted o los otros esclavos que puedan venir a estas tierras un hato de corderos atemorizados; encontrará un pueblo vibrante y unido dispuesto a la lucha hasta más allá del último cartucho, como lo dijera nuestro Primer Ministro en su última comparecencia ante la prensa.

Los hombres de la Revolución, por encima de las divergencias tácticas que puedan existir en determinados momentos, están firmemente unidos y no valdrán insidias ni amenazas para separarlos en su único camino hacia la consecución de las grandes metas del pueblo de Cuba: Reforma Agraria, Reforma Arancelaria, Reforma Fiscal, cuya traducción es industrialización del país y su consecuencia última: mejoramiento del nivel de vida del pueblo, liberación nacional, dignidad internacional.

Reciba, Sr. Quevedo, las muestras de mi consideración, aunque no pueda felicitarle por el chacal disfrazado de cordero que dejó introducir en las páginas de su revista.

Ernesto Che Guevara
Comandante-Jefe del R.M.A.

Fuente: Cubaperiodistas.cu

No hay comentarios.:

AddToAny