La Revolución cubana siempre convoca.



Carta abierta al señor Mempo Giardinelli.

Ingrid Storgen

Y si Mempo, si Cuba cae, dice, es un decir… Pena que con mucha finura diga tanto, pero diga tan mal.

La Revolución cubana siempre convoca al recuerdo y es muy lindo saber que lo mantiene vivo.

Tan lindo como notar que usted se ha dado cuenta del pesado silencio que existe sobre la durísima declaración de esos esbirros financiados por el imperio que están trabajando con ahínco y con fin desestabilizador contra la isla, aunque convengamos que a veces el silencio pega unos alaridos impresionantemente audibles.

Es importante que tengamos en cuenta que en Argentina también existe ese trabajo desestabilizador, incentivado a partir de la llegada de la doctora Hilda Molina, madre del delincuente, también médico cubano, Quiñones Molina, recibida con bombos y platillos y evidentemente gozando de un permiso para permanecer en el país –llámese visa- se ve que extendido por mucho tiempo, lo cual asegura su trabajo sucio en esas tierras.

Ello nos permite asegurar que en el país al sur del sur ese trabajo está en plena ejecución y con consentimiento de algunos y con criterios subjetivos de otros lanzados con mucha suavidad, pero lanzados al fin.

Como el suyo, Mempo, como el suyo.

Es cierto también que la realidad es tozuda, bueno es reconocer como usted lo hace que “parece mostrar si no el fracaso…” y parecer indica que no es una contundencia, al menos queda una brecha abierta y me deja más tranquila.

Es como si yo le dijera que usted “parece” que siempre fue amigo de Cuba aunque sea desde el anonimato, aunque no haya tenido afinidad ideológica, porque al menos acuerda en algunos términos, con los que también desde el anonimato y con profunda afinidad ideológica apoyamos y nos comprometimos con la causa cubana desde y hasta para siempre.

Y siempre, Mempo, es siempre para nosotros, aunque no para usted.

Porque ya no desde una posición ideológica sino por cuestiones de principios, algunos pensamos que por un amigo se da la vida si hace falta y si consideramos que ese amigo actúa mal en algún momento de su historia, hay que quitarle la telaraña a la balanza, poner en ella lo bueno y lo malo hasta ver de que lado se inclina la misma. Quedarán despejadas todas las dudas.

Cuando uno es amigo y sabe que éste está siendo agredido constantemente y durante más de 50 años y ese amigo se defiende de las agresiones, pues no creo que existan dudas que uno debe ponerse al lado suyo y si aún no se está de acuerdo hay dos opciones: o hablo personalmente con el amigo y le expreso mi disconformidad o cambio de posición, cierro el pico y no opino, dado que en determinado momento eso puede causarle mucho más problemas al amigo de los que ya le están encajando.

Y el pico si se abre y la mano escribe y publica en las páginas de un diario ya no podemos hablar desde el anonimato… Y lo que no se dijo ayer, si se dice hoy, al fin se está diciendo, sólo que algunos muy inteligentes utilizan el momento que les conviene para hacerlo público y con agregados. Y usted es muy inteligente.

Todos tenemos derecho a escribir sobre quien queramos, pero eso de “deber” ahora me suena muy peligroso dados los momentos que atraviesa Cuba. De paso debo confesarle que no entiendo eso del “primer” Fidel ya que él fue y es el mismo, tal vez yo no esté interpretando que usted se refiere a la edad, pero sigue sin sonarme. Fidel es uno Mempo ¿qué diferencia queremos establecer muy finamente?

Usted piensa que su nota puede provocar alguna polvareda y asume la responsabilidad, si claro que levanta polvareda, saldremos los amigos de Cuba a darle nuestra opinión como hago en este caso y asumiendo la mía, pero tranquilo que la polvareda no se extenderá sino a alguna página alternativa de Internet. Ningún periódico oficial nos publicaría a nosotros, tal vez porque nuestra posición es antiimperialista de la boca para adentro.

Si hubiera caída de Cuba, es un decir suyo, si cayera, nos va a doler muchísimo pero en serio. Nosotros ni reclamamos ni queremos ninguna transición democrática, pacífica u ordenada, por favor ¡qué cosa es esa! Sin dudas no sale del corazón de un amigo.

¿¡Quien nos dice que por querer entrañablemente el ejemplo cubano tengamos la autoridad moral para reclamar a ese pueblo ejemplar por algo que ellos no quieren!?

Usted tal vez sin darse cuenta –aunque sinceramente no creo en la inocencia a estas alturas- está actuando igual que la mafia de Miami, igual que la gente de CADAL, igual que la SIP, igual que la USAID, está pidiendo lo que ellos piden.

¿Pero qué amistad le da derecho a intervenir en los asuntos internos de Cuba? Es evidente, Mempo, que con amigos como usted Cuba no necesita enemigos. Y debo reconocer que prefiero mil veces la posición de los históricos mercenarios contra la isla, porque se situaron en el lugar que quisieron que me da asco pero que en eso lo aventajan a usted rotundamente.

Sabe, su nota me recuerdan al reptar de la víbora de hermosos colores, que llega silenciosa, como todo traicionero, lista para aplicar su veneno sobre la víctima. Eso es lo que usted hace publicando en estos momentos de campaña mediática internacional sus criterios absurdos. Me recuerda la película El último tango en París, cuando el enamorado de una jovencita la untó con mantequilla para luego, bueno, usted recordará…

Una pena que tantos años de intelectualidad no le hayan enseñado a diferenciar lo que es democracia de democracia tutelada como la que usted goza en su tierra.

Una traición la suya, Mempo Giardinelli, una traición de la más baja calaña llevada a cabo en unidad con la mafia internacional que lo necesita y sin dudas recibió su apoyo “subjetivo” con la más amplia sonrisa triunfadora. Ellos sabrán agradecerle, la cuestión de dinero impera en el mundo y hasta da vuelta conciencias.

A los que amamos a Cuba y estamos dispuestos a sostenerla cuando haga falta, contra lo que haga falta, no logró comprarnos nadie y ese es el mejor tributo de amistad y fidelidad que podemos entregarle a una tierra que es –no fue- ejemplo de dignidad para el mundo.

Y algunos cuando decimos dignidad estamos diciendo eso: dignidad, la que a Cuba le sobra sin necesidad de cambio alguno. (www.kaosenlared.net)

VER ARTICULO DE Mempo Giardinelli

No hay comentarios.:

AddToAny