Escuchar a Fidel.

Patricio Echegaray

En sus últimas reflexiones y apariciones ante la prensa, Fidel Castro viene denunciando y alertando sobre la enorme dimensión que progresivamente toman los preparativos militares que los EEUU e Israel despliegan cotidianamente tendiendo un cerco sobre Irán. Esto no hace más que presagiar una nueva agresión del imperialismo norteamericano.

Una agresión que, según sus estimaciones puede incluir el uso de armas nucleares.

Estos sucesos deben ser interpretados como un eslabón más en una escalada que abarca los hechos de provocación contra Corea del Norte. Decimos provocación ya que ha quedado demostrado que, por las características técnicas que tuvo el hundimiento del barco patrulla "Cheonan" en el Mar Amarillo, resulta imposible que Corea del Norte sea responsable.

La idea de la provocación se ha visto reforzada en las últimas horas con las declaraciones de la secretaria de Estado Hillary Clinton quien no tuvo reparos en manifestar que “el asesor de EE.UU. para la no proliferación nuclear viajará a la región para abrir consultas con Corea del Sur y otros aliados sobre la aplicación de las sanciones que, según dijo, tendrán como objetivo desestabilizar las políticas del régimen comunista” (Página/12, 22 de julio de 2010.)

Esta situación se torna más grave por las presiones a que ha sido sometido el Consejo de Seguridad de la ONU para avalar la política norteamericana, en donde sólo Brasil y Turquía plantaron una posición distinta a la de EEUU en medio de la gravedad del acompañamiento por omisión que hicieron China y Rusia.

Todo ocurre en el contexto de un año en que el presupuesto militar norteamericano llegó a superar en un 50% al estipulado para el año 2000, trepando a 1.531.000 mil millones de dólares, superando de esta forma la suma de los presupuestos militares del resto del mundo.

Las prioridades quedan así más que claras: en medio de la crisis internacional, donde los gobiernos imponen feroces ajustes sobre la población para salvar al sistema financiero, el único gasto que no se recorta, sino que se aumenta, es el gasto militar, particularmente el de los EE.UU.

Se suma a esto, entre otros datos preocupantes, a las 865 bases militares que EEUU tiene activas en 40 países del mundo y a las 5113 ojivas nucleares estratégicas que, según declaración oficial del Pentágono, posee en su arsenal. No resulta ocioso considerar dentro de ese poderío, el otorgado al Estado de Israel, que ha sido convertido en una potencia nuclear y que acaba de suscribir acuerdos con Arabia Saudita, previo visto bueno del Departamento de Estado norteamericano, para generar espacios de cielo abierto a través de los cuales sus aviones pueden alcanzar el territorio iraní.

Como nos tiene acostumbrados la propaganda y la manipulación norteamericana, se pretende justificar toda esta barbarie en el supuesto peligro que significa el desarrollo nuclear iraní para la humanidad. Solo basta recordar la operación de mentiras y engaños que llevaron adelante altos funcionarios del imperio y sus aliados para justificar la invasión y la masacre llevada adelante en Iraq, coronado con el posterior reconocimiento de la inexistencia de las “armas de destrucción masiva”, que supuestamente hicieron inevitable el ataque. LEER MÁS

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