Carcassés no tiene derecho a la impertinencia [+ carta de Digna Guerra]


Norelys Morales Aguilera.- Si no fuese porque leo la carta de la Maestra Digna Guerra dirigida a La Jiribilla, breve y sensible, sobre su repudio al incidente provocado por Robertico Carcassés [ver debajo], no le dedicaría ni una palabra al hecho. Es como una escupida frente a un océano. La mejor respuesta al músico es la del público el pasado 12 de septiembre en la Tribuna antiimperialista “José Martí” de La Habana. Pocos aplausos y silencio.

Pero, obviamente, la alharaca mediática de la contrarrevolución y los medios que les representan son la otra cara de la moneda. La forma en que han relatado la supuesta improvisación revela cómo se intenta minimizar el apoyo abrumador del pueblo cubano al llamado del antiterrorista René González para los estadounidenses. La visión abrumadora de un pueblo reclamando la libertad de quienes los prevenían del terrorismo, era un mensaje intolerable a la propaganda contrarrevolucionaria.

Los medios miamenses estaban expectantes ante el concierto. ¿Le iban a decir al mundo del apoyo abrumador de decenas de músicos cubanos a tono con su pueblo?

De ahí que no me trago que fuese una improvisación pensada en el momento lo que Robertico Carcassés cantara. El contenido sintoniza perfectamente con lo que quieren escuchar en Miami y en la Oficina de Intereses de los Estados Unidos en La Habana que otorga visas y no con la masa de cubanos que mandaron un claro mensaje al pueblo de Estados Unidos. La reacción de la gusanera en las redes sociales confirma que no hubo ni ingenuidad ni fue casual.[Ver en el video debajo cómo lo anunció una televisora miamense]

Las disculpas de Carcassés publicadas en medios contrarrevolucionarios como Diario de Cuba vienen a confirmar lo dicho. Sus disculpas saben a ángel en mal estado, para no faltar a la decencia. Cuánto me gustaría poder creerle y hasta dispensarrle con que el pobrecito no ha tenido dónde plantear sus inconformidades, algo con lo que algunos le justifican.

Así argumenta el músico: “mi intuición me decía que, si alguien se expresaba de forma diferente, muchos medios de comunicación que han silenciado la causa de los 5 se harían eco de la noticia y esto ayudaría a que se conociera más del caso.”

¡Qué audacia la de Robertico, que es lo que maximiza la propaganda para silenciar y desvirtuar el caso de los Cinco! ¿No lo pensó? Lo dudo muy seriamente.

Esto fue lo que “improvisó”:

“Yo quiero que liberen a los cinco héroes, y que liberen a María [¿la marihuana?]. Libre acceso a la información para tener yo, mi propia opinión. Elegir al presidente por voto directo y no por otra vía. Que se acabe el bloqueo y el auto bloqueo, por favor. Ni militantes ni disidentes, todos cubanos con los mismos derechos. Si ya tengo la carta, que volá con mi carro? Yo quiero que liberen a los cinco héroes y que liberen a María.”…

Ya vemos que Robertico tiene opinión, pero también tiene espacios para decirla y al parecer no la ha dicho. Tampoco hay evidencia en los conciertos dados en la Isla, ni en Miami donde ha pasado inadvertido, aunque a partir de ahora no será igual, lo cual no tiene visos de improvisación.

Para los contratistas miamenses de sus conciertos y a los medios contrarrevolucionarios y gusanos, que esperaban su “improvisación”, suena muy bien a la idea de la censura y el cuestionamiento a la democracia cubana, más la demanda de la marihuana y su carrito, que no le faltó.

El músico cantó este 12 de septiembre en La Habana porque quiso. Escogió el sitio. Escogió la ofensa a los familiares de los héroes. Escogió opacar las palabras de los prisioneros en cárceles de Estados Unidos. Escogió reproducir los argumentos de los carceleros de los Cinco. Escogió silenciar a un pueblo entero con cintas amarillas que se dirigió al pueblo norteamericano. Escogió la humillación de igualar al agresor y al agredido. Y, eso, de don Robertico, es una impertinencia intolerable, a la cual no tiene derecho y tampoco es una víctima, tratamiento que le dan los contrarrevolucionarios con su complacencia. 

Carta de Digna Guerra, Directora del Coro Nacional de Cuba

La Habana, 16 de Septiembre de 2013.
 “Año 55 de la Revolución”.

A: Revista “La Jiribilla”.

De: Digna Guerra. Directora del Coro Nacional de Cuba.

Compañeros:

Me dirijo a ustedes para manifestar mi indignación por la actitud del músico Robertico Carcassés durante el concierto por los cinco el pasado 12 de Septiembre en la Tribuna Antiimperialista “José Martí”.

No se trata de que no podamos tener opiniones diversas. Se trata de tener ética y responsabilidad para plantear nuestros criterios en su justo lugar y momento. Utilizar ese escenario, en que numerosos artistas estábamos representando a todo un pueblo en una batalla sagrada para la nación, es un acto absolutamente reprochable, que cuando menos revela egoísmo y falta de sentimiento colectivo.

La reacción del público fue la mejor respuesta que tuvieron sus palabras, y eso lo debe hacer pensar. Ninguna de las casi cincuenta agrupaciones y solistas que allí actuamos por nuestra propia voluntad y convicción podemos estar de acuerdo en que nadie empañara, como lo hizo Robertico, el mensaje claro y firme que los artistas y el pueblo de Cuba estábamos enviando al mundo y en particular al gobierno de los Estados Unidos.

Como cubana, como músico y como madre considero inaceptable este hecho y me siento ahora más comprometida que nunca con la causa de Los Cinco, con la Revolución y con los jóvenes que cada día me esfuerzo en formar para la cultura y para la Patria.

Fraternalmente,

Maestra Digna Guerra.
Premio Nacional de Música. Directora del Coro Nacional de Cuba y participante del Concierto.


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