Los matices del asunto en cuestión los fui adquiriendo poco a poco. Así, leí con detenimiento Músicos y bloggers critican actitud oportunista de Robertico Carcassés en concierto por Los Cinco. Silvio también, pero lo invita a sus conciertos, un reporte que contiene información suficiente para que cada quien se haga su propio juicio del tema.
Por mi parte, insisto en que me bastó el reporte publicado en El Herald para saber la envergadura del agravio de este músico cubano, cuyo trabajo es muy bien asumido por una parte importante de nuestro pueblo.
En este contexto, aprovecho para recordar que en mi Cuba: entretejido de su “nueva” ¿izquierda? confesé que en ocasiones he hallado certezas en lo que escriben sus representantes, y que la parte de la verdad que nos critiquen debemos tenerla en cuenta, pues un malintencionado juicio puede darnos luz para lo que considero que es revitalizar la actualización de nuestro modelo o sea, lo que a partir de la segunda mitad de los ochenta del siglo pasado constituyó el Proceso de Rectificación de Errores y Tendencias Negativas. Aquí inserto a Robertico.
Sin embargo, con el mayor sentido de pertenencia que profeso a la Revolución Cubana, acredito que, si bien es positivo que las autoridades del Ministerio de Cultura en Cuba se hayan reunido con él y que las conversaciones dejaran sin efecto la sanción al músico, al mismo tiempo certifico que, en el mejor de los casos, su actitud perjudicó a Los 5. Por tanto, no vacilo en exclamar: ¡Fueron ellos, Robertico Carcassés, quiénes pagaron por tu irresponsabilidad!
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